Es necesario que, dentro de nuestro presupuesto mensual, le asignemos un trabajo a cada dólar que ganamos.  Siempre debemos estar persiguiendo al menos una meta financiera y hay que separar parte de lo que ganamos -cada mes- para acercarnos a lograr esa meta financiera.

 Una de esas metas puede ser ahorrar.  Pero hay que ahorrar para algo específico, no es eficiente ahorrar simplemente por ahorrar.  Ejemplos: Puedes ahorrar para hacer una compra grande como un automóvil.  Se puede acumular el pronto (“down payment”) para comprar una casa.  Se puede ahorrar para unas vacaciones o para los regalos de Navidad.  Se puede ahorrar para lograr acumular un fondo de emergencia.  

Pero siempre-siempre-siempre debes tener un propósito para el dinero ahorrado.  Si no tienes un propósito específico para ahorrar como los antes mencionados, entonces no ahorres.  En ese caso, usa tu dinero extra para invertir y crear riqueza.  Invertir es uno de los posibles usos que se le da al dinero ahorrado. 

Aunque en muchos foros las palabras ahorrar e invertir se usan intercambiablemente, esto no es correcto.  Con respecto al dinero, “invertir” está definido como “emplear, gastar, colocar una cantidad”. Es decir, invertir es una de las maneras de usar el dinero que has ahorrado.      

 Ahora, la tercera definición de la Real Academia Española para la palabra ahorrar es: “evitar un gasto o consumo mayor”.  Pienso que de ahí viene ese uso confuso que le dan las tiendas cuando te dicen que tienen “grandes ahorros”, aunque lo que uno hace realmente es gastar en la tienda.  Sin embargo, nota que la definición es evitar un gasto. Si lo que compraste era algo que no necesitabas, entonces no hubo ahorro alguno. En este sentido solo ahorramos al comprar algo que hubiéramos comprado de todas formas, algo que ya estaba en nuestro plan de gastos para ese mes, pero que lo logramos conseguir a un precio menor al precio regular.